Esta ciudad, sobre la meseta volcánica, tiene uno de los campos de actividad geotérmica más agitados del mundo y se encuentra exactamente sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico.
Rotorua también es el hogar ancestral del pueblo Te Arawa, que se asentó allí hace más de 600 años, y su presencia le ofrece al visitante diversas experiencias culturales. Probá un banquete hangi, cocinado en el suelo humeante; participá de un tour a una auténtica aldea maorí preeuropea; o date el gusto con una agradable terapia de spa. Si buscás aventura, Rotorua tiene muchas atracciones para movilizar la adrenalina: desde paracaidismo y luge hasta esferismo y uno de los mejores circuitos de ciclismo de montaña de Nueva Zelanda.
Gracias al aeropuerto internacional, Rotorua es también la entrada a los centros de esquí de la Isla Norte, donde se puede practicar esquí y snowboard de primer nivel en el monte Ruapehu durante el invierno.